Concretar la venta de un inmueble podría demorar hasta 8 meses, sin embargo este plazo podría extenderse si no la preparas adecuadamente.
La fórmula del éxito es deshacerse de los elementos que podrían causar una mala imagen y desalentar la compra. Aquí te mostramos cuáles:
1. Goteras y fugas de agua. Cuidado con este tema. Estos arreglos no son generalmente una inversión fuerte pero, el no hacerlos, dejan la impresión de que el resto de las instalaciones también podrían estar en mal estado.
2. Humedad. Desaparece todo indicio de humedad y rastro de los hongos causados por ella. Por ejemplo, si tus cortinas se honguearon, dales un mantenimiento de lavado profesional o cámbialas. Si tus alacenas de cocina o closets tienen un fuerte olor ocúpate de impermeabilizarlas bien y ventilarlas de tal forma que desaparezca. Ojo, quizá hay una fuga de agua que no hayas notado filtrando alguna pared aledaña. Lo mismo podría pasar con alguna pared que por la humedad muestre manchas verdosas o esté descascarándose. Reparar previamente la impermeabilización será una de los mejores gastos que puedas hacer en el mantenimiento e imagen de tu casa.
3. La fachada. Revisa la pintura y repara las áreas deterioradas. Mantén una imagen pulcra y limpia desde la entrada. Recuerda que si bien es posible que no te incremente el valor de la casa, este “gran detalle” va a influir en la primera impresión del posible comprador, te va a ayudar a atraer más clientes y a tener una mejor posición para negociar el precio de venta.
4. El jardín o jardinera del Lobby. Corta el pasto si ya está alto, retira las ramas y hojas secas, ordena los utensilios, limpia las hojas de tus plantas, limpia maseteros, cochera, pasillos, riega antes de la visita.
5. Prepara las instalaciones hidrosanitarias ya que es muy normal que los interesados quieran revisar cómo anda la presión del agua, principalmente en la planta alta, que no haya fugas en los grifos ni en los sanitarios, así como que fluya correctamente el agua por sus drenajes.
6. Dale un carácter serio a la visita, que el interesado entre por la puerta principal, asegúrate que esta no tenga rayones, que esté limpia, enaceitadas sus bisagras, limpios sus vidrios, que funcione el timbre o el intercomunicador. Aromatiza el ambiente, utiliza algún aromatizante eliminador de olores, de muy suave fragancia… aquí apelar positivamente a todos los sentidos es importante y recuerda que el olor es lo primero que se percibe al abrir una puerta. Si vives en un departamento que cuenta con portero, asegúrate que se le dé un trato especial a tu cliente y que su imagen sea formal e impecable.
7. Electricidad y cableados. Revisa que funcionen los enchufes, contactos, arregla o cambia interruptores de luz rotos o en mal estado, cambia las bombillas fundidas, muestra la casa con las luces encendidas, en lo posible que esté todo muy iluminado, esto da sensación de amplitud.
8. Limpieza general. Verifica que los pisos, azulejos, ventanas, puertas, molduras y espejos, estén limpios. Busca remover manchas, arreglar áreas que les falte pintura, utiliza blanco o colores neutros que sean de la aceptación de la mayoría.
9. Despeja los ambientes. Retira la mayor cantidad de muebles posibles para que los espacios se vean más amplios. Limpia y desocupa los gabinetes de la cocina, de los baños, despeja los closets, despersonaliza la casa quitando fotografías familiares, deja esos espacios a la imaginación de los compradores.
10. Sótano, garaje y depósito. Si vives en una casa o departamento y cuentas con alguna de estas áreas, que son de mucho interés para los compradores, asegúrate de su buen estado porque estos espacios pueden significar un “plus” en el precio.
Sigue estos consejos y tendrás todo a tu favor para una venta asegurada pero también es importante que te asesores con un agente inmobiliario que te ayude a fijar precios justos y negociar.