Además de la manera tradicional de aplicar la pintura con una brocha o rodillo, dando a la pared un acabado uniforme, existen múltiples métodos para aplicar texturas que, solos o combinados, pueden llegar a dar un aspecto único a la estancia.
Es importante elegir muy bien el color o los colores que vamos a utilizar; los tonos más claros reflejarán la luz y los oscuros la absorberán, con lo que podemos jugar para crear diferentes ambientes y agrandar el espacio.
Les recomendamos esta página donde podremos crear nuestra propia paleta de colores para aplicarlo en nuestros muros: http://www.colourlovers.com.
A continuación describiremos algunas técnicas muy fáciles de implementar:
1. Aguada
Es una película semitransparente diluida en agua, que se aplica sobre superficies pintadas para suavizar o modificar los colores base. Consigue un aspecto más vívido gracias a los efectos traslúcidos del color y resiste bastante bien el paso del tiempo. Sobre una base blanca da lugar a colores lustrosos; un tono más intenso sobre el mismo color aporta relieve, y la superposición de colores contrastados ofrece acabados muy sofisticados.
2. Esponjado
Se aplica la pintura dando golpecitos, sobre la superficie, con una esponja. Para eliminar los excesos probamos sobre un cartón hasta lograr la textura deseada.
3. Estarcidos
Se utiliza una plantilla con dibujo calado, de manera que al pasar el rodillo, éste queda impreso sobre la pared. Es ideal para decorar estancias en las que queramos algún estampado o dibujo concreto, como por ejemplo en habitaciones.
4. Estucado
No es una pintura, sino una pasta de cal y mármol pulverizado. Se utiliza para la decoración de las paredes de modo que mientras la aplicamos y una vez se ha secado la pared se ve con cierto relieve.
Podremos lograr este acabado aplicando la pasta de cal y mármol con una espátula de acero inoxidable en un angulo que va de los 15 a los 30 grados. Tratamos de no dejar rebordes. Dejamos secar y aplicamos la segunda mano, en forma cruzada o circulares, en tramos cortos, superponiendo manos, siempre en bajos espesores. De esta manera iremos conformando el dibujo de terminación.
5. Gotelé
Es una técnica similar a la del estucado que se realiza con pintura el agua o plástica mecánicamente en paredes o techos. Su acabado es un efecto en relieve en forma de pequeñas gotas y que queda genial en habitaciones de color blanco, eso sí, cuesta bastante de quitar por lo que si no estamos seguros del resultado, mejor probar antes otra técnica.
6. Lacado
Es un barniz con laca o esmalte, que se aplica sobre las paredes o muebles otorgándoles un acabado liso y suave al tacto y un ‘efecto espejo’ perfecto para aumentar visualmente los pequeños espacios. Es sinónimo de elegancia y aunque sea una de las técnicas de pintura más costosas del mercado, está cada vez más de moda. Siempre cabe la opción de elegir un esmalte-laca de gama media para reducir el coste.
7. Decorativo con plantillas o stencil:
El armado de la plantilla es realmente sencillo. Primero debes conseguir una placa de acetato (o cartón) y escoger el motivo que más te guste. Luego lo recortas con un cúter (cuchillo cartonero o trincheta) de manera prolija, ya que esto será la base de para tus futuras aplicaciones. Tienes que tener cuidado que el corte sea prolijo, que no tenga ninguna fisura, ya que esto permitiría que la pintura se salga de su lugar ocasionando manchas en el dibujo.
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